El juego de cartas
El juego forma parte de la vida. O quizá la vida sea un inmenso juego que practicamos día a día sobre el tablero de nuestra existencia. O ambas cosas. Cuando Javier llega a Sinia se está disputando la fase final del campeonato comarcal de guiñote, el juego de cartas más popular de Aragón que puede jugarse mano a mano o por parejas.
Marina se ha quedado sin pareja y le pregunta a Javier si sabe jugar. Javier responde aturdido. Hace tiempo que no juega, pero también hace tiempo que no se encuentra con nadie tan persuasivo como Marina, así que acepta ser su pareja en el juego.
Así comienza "La línea invisible del horizonte", como un juego. Gracias a él se rompe el hielo entre Javier y los habitantes de Sinia. Gracias aél se crea una corriente de camaradería entre Marina y Javier. Gracias a él Javier llega a conocer al viejo Sebastián, una figura paterna y serena que lo reconforta a lo largo de toda la novela y le presenta a los dos únicos habitantes no humanos de Sinia que tienen nombre: Clotilde y Bonifacio.